En un país donde la inflación impacta de forma directa en el poder adquisitivo, mantener el dinero quieto se convierte en una pérdida segura. Cada día que pasa, el dinero guardado pierde valor real frente al aumento de precios. En ese contexto, invertir en propiedades se presenta como una de las estrategias más efectivas para resguardar y hacer crecer el capital para proteger tu dinero en tiempos de inflación.
Desde Spazios, su CEO Juan Manuel Tapiola explica que el secreto está en poner el dinero en movimiento de manera inteligente, entendiendo el riesgo y el rendimiento de cada alternativa, ayudando así a proteger tu dinero en tiempos de inflación y superando las barreras psicológicas que muchas veces impiden dar el primer paso hacia la vivienda propia.
La importancia de invertir para evitar la devaluación y proteger tu dinero de la inflación
La devaluación constante del peso argentino genera una necesidad: convertir el ahorro en inversión.
El dinero inmovilizado, ya sea en una cuenta o en efectivo, se deteriora con el tiempo. Invertir en activos reales —como una propiedad— permite mantener el valor del capital e incluso incrementarlo a medida que el mercado se ajusta.
El mercado inmobiliario es históricamente uno de los más estables, porque ofrece un respaldo físico y tangible, algo especialmente valioso en contextos de incertidumbre económica. Comprar un departamento en pozo no solo protege el capital, sino que además permite acceder a precios más bajos que los de una unidad terminada, generando una ganancia potencial a medida que avanza la obra.
Créditos hipotecarios vs. créditos al pozo
La diferencia entre un crédito hipotecario y un crédito al pozo es fundamental para entender cómo invertir mejor.
En los créditos hipotecarios tradicionales, el sistema francés implica que las primeras cuotas se destinan casi por completo a intereses, lo que genera una alta carga financiera inicial y un riesgo considerable si los ingresos del comprador se ven afectados.
En cambio, los créditos al pozo permiten financiar la construcción de la unidad, destinando cada pago al avance real de la obra. Esto no solo otorga mayor previsibilidad, sino que evita los intereses bancarios y se adapta mejor a las condiciones del mercado local. A diferencia de los créditos hipotecarios, los créditos al pozo no tienen límites de edad, y los monotributistas pueden acceder sin los requisitos que exigen los bancos.
Este modelo elimina barreras y amplía las posibilidades de inversión para quienes buscan su primera vivienda o desean resguardar sus ahorros en un bien duradero.
De los “gastos malos” a los “gastos buenos”
Otra de las ideas clave que aborda Tapiola es la tendencia humana a gastar todo lo que se gana.
Cambiar ese hábito por uno más estratégico —transformar parte de los gastos en inversión— puede marcar una diferencia enorme a largo plazo.
Destinar una parte del ingreso mensual a una cuota de propiedad en lugar de un gasto improductivo es lo que Spazios define como “crear gastos buenos”: compromisos financieros que construyen valor en lugar de consumirlo.
Confianza y visión a largo plazo
El sector inmobiliario se mueve por la expectativa de las personas sobre el futuro. Cuando hay confianza, aumenta la inversión. Por eso, los planes de financiación de Spazios a 30 años en pesos ajustados por CAC ofrecen un marco de previsibilidad tanto para el comprador como para la empresa desarrolladora.
Además, el modelo integral de Spazios —que abarca desde el diseño y la construcción hasta la financiación— permite controlar costos, garantizar calidad y ofrecer precios más accesibles.
Con más de 2.200 reseñas positivas y una calificación de 4.7 sobre 5, la empresa se consolidó como una de las desarrolladoras más confiables del país.
Convertirse en propietario no siempre requiere un salto gigante, sino una decisión informada y sostenida.
Con opciones de financiación accesibles, planes en pesos y plazos largos, invertir en un departamento en pozo se vuelve una herramienta real para proteger el dinero, ganarle a la inflación y construir patrimonio.
Como señala Tapiola, el punto de partida no es la cantidad de dinero disponible, sino la decisión de actuar.
Invertir con inteligencia hoy puede ser la diferencia entre ver cómo se devalúa el capital o convertirlo en un activo que crece con el tiempo.
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